Grabados y dibujos de la exposición «Vaso roto»

Mostra Tapes Galerie K
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La conexión pintura-poesía en las cubiertas del artista Víctor Ramírez para la Colección de poesía Vaso Roto


La relación de la pintura en el espacio de la poesía y de la poesía en el espacio de la pintura ha sido muy cercana, compleja y ha dado lugar a un incontable número de encuentros artísticos, literarios y han suscitado una amplia reflexión y conexión entre estos dos modos de representación. En las vanguardias de la modernidad ya podemos apreciar una conciencia que engloba de forma transversal estas dos formas de expresión. Como dice Juan Manuel Bonet, en relación a los surrealistas, fue “(…) la búsqueda de un territorio común entre pintura y poesía, (…) realizaron extensiones plásticas de sus propuestas poéticas (…) como collages de forma muy variada (…) y los primeros en reivindicar las poesías automáticas de Picasso (…)” (Artecontexto, Arte y literatura modernos: algunos hitos por Juan Manuel Bonet, 2007 (p.9)).

La colección de dibujos y grabados para las cubiertas


Este vínculo se ha seguido ampliando hasta hoy día. Un ejemplo claro de este encuentro, es la Exposición de Cubiertas de la Colección de Poesía Vaso Roto en GALERIE K (del 15 de abril al 29 de mayo (2021), donde se expusieron las cubiertas originales de los libros de esta colección, con la presentación del libro número 150, que recopila las cubiertas y hace una selección de poemas de la colección, llamado ¡Oh! Dejad que la palabra rompa el vaso.
La Colección de poesía Vaso Roto se caracteriza por ser una edición que durante 15 años ha ido conformando el catálogo que ha dado cabida a 150 libros con autores de las más diversas corrientes y procedencias. La colección, se basa en un recorrido por las tendencias poéticas más relevantes de los últimos dos siglos, un camino que se adentra en las voces fundamentales de nuestras culturas y culmina en la poesía esencial actual. Además de las voces en castellano, han consagrado un amplio espacio a poetas de diversos países y sus respectivas lenguas, traducidas con excelencia e inspiración, rasgos que nos aportan un amplio rango de análisis para sacar conclusiones. Para el artista, esta serie de poemas, sin duda, para su experiencia creativa, ha sido muy estimulante ya que ha tenido que enfrentar a la representación de poemarios muy diversos a lo largo de la colección.

Tiempo y composición


Como mencionan José Saborit y Alberto Carrere en sus escritos (Poesía de la pintura: Ritmos y correspondencias por José Saborit i Alberto Carrere. Quimera, revista de literatura, 2002): La división tradicional de las artes oponía aquellas que se despliegan en el espacio (arquitectura, escultura, pintura…), a las que transcurren en el tiempo (escritura, recitación, poesía y música…), atribuyendo a las primeras inmovilidad, no linealidad, simultaneidad e inmediatez, y a las segundas movilidad, linealidad, sucesividad y temporalidad.
Pero la temporalidad también es un elemento que forma parte de la pintura y su recepción. Como siguen analizando Saborit y Carrere: (…) No sólo se necesita tiempo para percibir una imagen sino también para ponerla mentalmente en orden. (…) El espectador (…) recorre las distintas zonas de la composición sucesivamente (tal vez caprichosa, aleatoria, pero también sucesivamente). Porque ni su vista ni su cerebro son capaces de asimilar todo de golpe (…).

El libro como elemento matérico


Hay que tener en cuenta la tridimensionalidad de los elementos matéricos que crean una obra pictórica, en este caso de las cubiertas para el libro, que ya en si mismo es un objeto, y que ayudan a crear profundidades, capas, espacios y fragmentos con técnicas como el collage, el grabado, las aguatintas y materias diversas, que hacen más complejo y rica la lectura de la obra. Víctor Ramírez utiliza trozos de periódico mezclados con pigmento negro, un pigmento que a veces se acumula desproporcionadamente en diferentes partes del papel y adquiere otras tonalidades. Estas trazas determinan una forma de hacer, de igual forma que el poeta marca una estrofa o un verso, el artista traduce visualmente su experiencia poética.

El color negro sobre blanco


Pese a que los canales y la técnica empleada sean diferentes, la información recibida por el receptor, es la misma. Este hecho se puede apreciar en el color, como un elemento intrínseco de la pintura y que determina el tono de la obra plástica de igual manera que los signos de puntuación de un texto determinan el de un poema escrito. En este caso, el color negro de los dibujos del artista, que representa lo desconocido, el infinito, .. en contraste con los fondos blancos del soporte, color que representa la elegancia y la espiritualidad en muchas culturas, .. Hacen que la espectador se pueda hacer una idea del tipo de poesía que hay en su interior. Y a la vez, los poemas del libro aportan una nueva dimensión al dibujo de la portada, funcionando de esta manera de forma totalmente complementaria, la una de la otra.

La estructura


Puede ser por su fácil lectura visual pero rica a la vez, los dibujos y grabados que aparecen en cualquiera de las cubiertas de Víctor Ramírez, su forma reiterada, las estructuras compositivas muy marcadas de trazo, los escritos poéticos ininteligibles, las capas y sobre capas marcadas y las formas plásticas repetitivas que forman cenefas y que parecen tener una cierta rítmica hacen que las obras del pintor, hagan evidente las Coincidencias estructurales entre pintura y poesía
(Poesía de la pintura: Ritmos y correspondencias por José Saborit i Alberto Carrere. Quimera, revista de literatura, 2002).


Cuando vemos el conjunto de las portadas expuestas en el espacio, nos damos cuenta de la magnitud de la colección y cobramos conciencia como pequeñas piezas de 39 cm x 39 cm, forman un mosaico gigante. Podemos enlazar una cubierta tras otra mediante la huella de la pincelada rápida que caracteriza la obra del artista, en una abstracción abierta a la imaginación y que nos vuelve a recordar los versos de un poema.